EXPERIENCIA OGCRI
ENTREVISTA A LUIS FELIPE MATOS, BECARIO DEL PROGRAMA UNIVERSITÄT LEIPZIG - DAAD
Publicado 22/28/2020
Invierno en Múnich - Alemania |
Luis Felipe Matos Trifu, estudiante de filosofía de la FLCH, nos cuenta su experiencia como becario del DAAD. Luis realizó una estancia en el Institut für Philosophie de la Universität Leipzig, Alemania, donde durante siete meses tuvo que vencer varios restos académicos, además de adaptarse a una cultura tan distinta a la peruana.
1. ¿Qué te animó a
postular a la Beca de la Universidad de Leipzig?
Desde los 17
años, tuve como meta ganar una beca para estudiar en el extranjero. Digamos que
era mi sueño universitario. Desde el principio de la carrera, busqué muy detalladamente
los programas de becas que ofrecía San Marcos. Más adelante descubrí que uno de
los más atractivos era estudiar en Alemania, porque allí se encuentran las universidades
más importantes y prestigiosas de Europa continental. El DAAD - Deutscher
Akademischer Austauschdienst ofrecía una beca anualmente para todo San Marcos y
para estudiar en la Universidad de Leipzig. Me gustaba mucho cómo se hacía filosofía
en Alemania, de manera que fue la oportunidad perfecta para realizar mi sueño de
17 años. Mi mamá también se había mudado a España hacía un año de ese momento y
fue la excusa perfecta para estar más cerca de ella.
2. ¿Cuál fue el
desafío académico que tuviste que superar en tu estancia en la Universidad de
Leipzig?
Las clases
impartidas en la Universidad de Leipzig eran, en su mayoría, en alemán; aunque
algunas eran dictadas en inglés. De manera que llevé 3 cursos en alemán y 2 en inglés.
Desde Pregrado ya estaba muy acostumbrado a leer literatura en inglés, así como
también libros y artículos especializados en ese idioma. Además, ya había
llevado un par de cursos de EdX -portal de cursos virtuales ofrecidos por
algunas de las mejores universidades del mundo y de renombre- completamente en
inglés. Por ello, escuchar clases y trabajar lecturas en inglés me fue bastante
natural, aunque en el plano del debate aún trabajé más para perfeccionar el idioma.
El reto más grande fue el alemán. Confieso que las primeras semanas entendía menos
del 50% de las clases. Los profesores hablaban muy rápido y con muchos términos
técnicos. No me era nada sencillo participar, porque aún me costaba elaborar
oraciones muy complejas. No obstante, esa limitación fue la mayor motivación para
superarme a mí mismo, porque tenía la completa confianza en mi capacidad de
mejorar el idioma y vencer los obstáculos que se me presentaban. Finalmente
obtuve buenos resultados: mi promedio final del Semestre de Invierno fue 2 (o
sea, aproximadamente un 17).
3. Supongo que en
Alemania hubo entonces sorpresas en lo académico y cultural, cuéntanos un poco
de tu experiencia
Tengo una
historia muy curiosa y rimbombante que contar, aunque ahora seré parco. Mis
primeros días en Alemania fueron de un sosiego que nunca había experimentado a ese
nivel en mi vida. Creo que eso fue el resultado de un equilibro en mí: mis
relaciones amorosa, amicales y familiares eran compactas y estables, había
cumplido mis sueños de universitario, mis metas académicas, vivía en pacifismo
escuchando cada día el cantar de las aves al amanecer y viendo el suave agitar de
las hojas de los árboles por mi ventana. Sobre todo, empezaba la historia que
yo mismo había creado y que no hubiera sido posible sin San Marcos y sin la
ayuda de las personas que amo. Además, Leipzig es una ciudad atravesada por una
cultura musical bastante rica y variada. Fue el seno que albergó a músicos de
renombre como Bach, Wagner y Mendelssohn. Y actualmente conserva esa tradición musical,
de manera que la ópera, la sinfonía, el coro o el teatro musical son
expresiones vivas en esa ciudad. Vivir allí me hizo sentir parte de esa
historia llena de notas, armonías y equilibrio.
Salzburgo (Austria), ciudad de nacimiento del músico clásico Amadeus Mozart y que se ubica a pocos kilómetros de Múnich |
4. ¿Hasta qué
punto se desarrolló y creció personalmente a través de su estancia en Alemania?
Los alemanes
tienen algunos valores muy característicos en ellos: la puntualidad, la exactitud
y la eficiencia, la sinceridad y el respeto al medioambiente. Mi vida está más influenciada
por todo ello que antes. Hoy no veo la necesidad de siempre comprar ropa nueva
cuando tengo la posibilidad de comprar ropa usada en buen estado, prefiero no usar
servilletas en el almuerzo, o decir las cosas de manera más directamente y con respeto,
y estar listo 15 minutos antes para toda reunión virtual. Aparte de ello, mi alemán
se desarrolló considerablemente en los meses de mi estadía en Alemania. Hoy puedo,
aunque aún no a la perfección, pero sí en proceso, leer el periódico en alemán,
escuchar las noticias o simplemente cantar algunas canciones de Revolverheld,
uno de mis grupos favoritos germanos parlantes.
5. ¿Tienes alguna
recomendación o consejo adicional para quienes buscan postular a una beca o
estudiar en Alemania?
Tengo algunas
recomendaciones desde mi humilde y limitado punto de vista. En primer lugar, es
importante saber si estudiar en tal o cual universidad alemana contribuirá mejor
al perfil profesional de alguien. Muchos lingüistas, por ejemplo, encontrarán universidades
alemanas con mejor posicionamiento en el ranking que otras. Leipzig es una
excelente opción para lingüistas y para psicólogos, en parte porque Wundt fundó
el primer laboratorio de psicología experimental en la Universidad de Leipzig.
Así como la Ludwig Maximilians Universität de Múnich es una opción formidable
para seguir estudios de Historia Antigua y Clásica o la TU Berlín para estudios
de Ingeniería Química. Moléstense al rastrear esas instituciones y sus puntos
más fuertes. En segundo lugar, el alemán es un medio imprescindible para la
vida académica y estudiantil en Alemania. Estúdienlo bien. Y aunque sean muy
buenos en el alemán, nunca dejen el inglés a un lado; me parece que, si uno
piensa en hacer filosofía, lingüística, ingeniería o economía internacionalmente,
por graficarlo con algunos ejemplos, es muy importante saber inglés. Por último,
pero aún más importante, no dejen de perseguir sus sueños. Yo no tuve la
oportunidad de estudiar constantemente en el Goethe Institut para aprender
alemán porque era costoso para mí, pero sí lo aprendí autodidactamente y solo
entré al Goethe un par de meses con la ayuda incondicional de mi padre para
recibir un certificado de nivel y poder postular a la beca. Debo decir
finalmente que mi historia fue un producto de las decisiones que yo tomé y también
de la inspiración y soporte de las personas que amo y de la Universidad Nacional
Mayor San Marcos (y las personas que habitan el corazón de ella).
Conoce más sobre las becas y oportunidades de estudios en Alemania en https://www.daad.co/es/
MLarad
Me gusto mucho leer tu experiencia, espero yo también en el futuro ir a Alemania a estudiar.
ResponderEliminarInspiradora experiencia, felicitaciones y a seguir adelante.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu expetiencia =D
ResponderEliminarEs muy inspiradora. Espero poder estudiar en Alemania en algún momento también